Para que la caída de un diente de un niño no resulte un trauma a lo largo de la historia el ser humano ha inventado múltiples personajes según las culturas.
El ratoncito Pérez es el más conocido por los niños españoles e hispanoamericanos (Argentina, Colombia, Ecuador, Uruguay y Venezuela).
El diente caído se coloca debajo de la almohada y, mientras el niño duerme, el inteligente roedor lo sustituye por dinero o por algún regalo.
En otros países, siendo también un ratón el encargado de tan importante tarea, recibe otros nombres como: "Ratón de los dientes" (Chile, México y Perú). En Francia "La petite sourise" y en Italia "Topolino" o "Topino" (En los tres casos la traducción sería ratoncito).
En los países anglosajones esta función recae en el "Hada de los dientes" (Tooth Fairy).
Y en España, según zonas, también nos podemos encontrar con otras personalidades como: "L'Angelet" (El Angelito) en Cataluña, o en el País Vasco (sobretodo Vizcaya) se encarga "Maritxu Teilatukoa" (Mari la del tejado), y en Cantabria es "L'esquilu de los dentis" (La ardilla de los dientes).
En algunos lugares es tradición tirar los dientes de los niños al tejado, mientras se dice la frase "dientecito, dientecito, que me salga otro más bonito".