He elegido esta estampación en gris y blanco para este vestidito de nueve meses porque el color gris es el centro de todo encontrandose en la transición entre el blanco y el negro, y es producto de la mezcla de ambos. Simboliza neutralidad destacando su brillantez, lujo y elegancia. El blanco es pureza e inocencia con un fuerte simbolismo de luz.
Me ha parecido una apuesta creativa por la alegoría con la infancia.
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